Description
Título: Palabras que hicieron historia
Autor: Marcelo Río
Género:Historia, Historia Contemporánea
Palabras clave: Palabras, Historia, personajes.
Año publicación: 2015
Páginas: 246 p.
ISBN:978-987-711-435-5
Formatos disponible: Libro papel (22x15cm),
Precio versión papel: $850
¿Disponible para compra?: Sí[/box]
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[tabs slidertype=»top tabs»] [tabcontainer] [tabtext] Sinopsis[/tabtext] [tabtext]Indice [/tabtext] [tabtext]Prólogo [/tabtext] [/tabcontainer][tabcontent]
[tab]Pocos saben acerca de la firmeza de carácter de Isabel la Católica, como mujer y como reina, quien llegó a enfrentarse con su propio marido Fernando de Aragón por proclamarse Reina de Castilla y León, en su ausencia.
También dejó en claro que solo ella era la Reina propietaria de la corona y que a Fernando se le proclamaba no como Rey de Castilla, sino como marido de la Reina.
Pocos conocen sus disputas con los nobles partidarios de “Juana La Beltraneja” hija de su hermano Enrique IV; o el pensamiento de Fernando de Aragón sobre la Inquisición española.
Algo similar ocurre con las palabras y deseos de Ana Bolena, esposa de Enrique VIII, mientras estaba presa en la torre de Londres, previo a ser decapitada.
Fue imputada con cargos degradantes con el único objeto de enjuiciarla y condenarla a muerte, acusándosela incluso de practicar el incesto con su propio hermano.
María Antonieta, sufrió la muerte de su marido Luis XVI, la separación su hijo, y el simulacro de juicio al que la sometió un tribunal revolucionario de París, antes de pasar por la guillotina.
Luis XVI, en cambio, luego de la fracasada fuga a Varennes, si sabía lo que le aguardaba y por ello les dijo a sus abogados:…me condenaran a muerte, pero no importa, ocupémonos en nuestro proceso, como si yo debiese ganarlo…”
A Napoleón Bonaparte, se lo asocia con las grandes conquistas que obtuvo por toda Europa, pero pocos lo relacionan con las conquistas de los corazones de sus propios soldados, quienes a su regreso de su primer destierro, en vez de enfrentarlo, se plegaron a él.
De ahí el irónico cartel: “De Napoleón a Luis XVIII. Querido hermano, no hace falta que mandes más tropas, ¡Ya tengo suficientes!”
Poca importancia se le ha brindado al putsch de Múnich de 1923, y al juicio posterior por alta traición, al que se vería sometido Hitler, que éste dirigiría como si fuera una obra de teatro.
Pocos se han detenido a pensar que el nazismo, surgió de un sentimiento nacionalsocialista que se remontaba a la primera guerra mundial, su ideología antielitista, la pluralidad de sus componentes, y en un antisemitismo que parecía no desagradar a muchos de los alemanes de esa época.
¿Por qué sobrevino la misteriosa noche de los cuchillos largos donde fueron fusilados casi todos los miembros de la cúpula de SA? ¿Por qué se firmó el acuerdo de Múnich?
Pero para poder emitir un juicio medianamente certero sobre lo acontecido, debemos tener en cuenta el momento en que sucedieron los hechos, y los pensamientos de esa época.
Analicemos entonces, los hechos históricos contenidos en esta obra, a la luz de las propias palabras de quienes lo protagonizaron y obtengamos nuestras propias conclusiones.[/tab]
[tab]PRÓLOGO
CAPÍTULO I
ISABEL DE CASTILLA
La coronación de isabel. Una reina de carácter
El acuerdo de segovia. Fernando el rey consorte
Juana la beltraneja. El pacto de guisando
La inquisición española. Fray Tomás de Torquemada
El proceso
CAPÍTULO II
Enrique viii y ana bolena
La decapitación de ana bolena
El juicio de Ana Bolena
Ana Bolena y Catalina de Aragón
CAPÍTULO III
LUÍS XVI Y MARÍA ANTONIETA
La decapitación pública de maría antonieta
Los antecedentes de la Revolución Francesa
La fuga de los reyes a Varennes
El juicio de Luís xvi
CAPÍTULO IV
NAPOLEÓN BONAPARTE
Abdicación de fontainebleau. Los traidores
Intento de suicidio. Talleyrand. Rusia
Destierro a la isla de Elba
El regreso de Napoleón. El amor de sus soldados
La traición de los ingleses
CAPÍTULO V
ADOLF HITLER
El putsch de múnich de 1923
El juicio de Hitler
Hitler al poder
La Noche de los Cuchillos Largos
El Pacto de Múnich
INDICE DE FOTOGRAFÍAS E ILUSTRACIONES
Fotos de tapa y contratapa.
1.- foto de tapa adolf hitler
2.- foto de tapa napoleon bonaparte
3.- foto de tapa enrique viii
4.- foto de tapa isabel la católica
5.- foto de contratapa ana bolena
6.- foto de contratapa maria antonieta
7.- foto de contratapa la rendicion de granada
capítulo I
capítulo II
capítulo III
capítulo IV
capítulo V
NOTAS
Bibliografía[/tab]
[tab]Pocos saben acerca de la firmeza de carácter de Isabel la Católica, como mujer y como reina, quien llegó a enfrentarse con su propio marido Fernando de Aragón por proclamarse Reina de Castilla y León, en su ausencia.
Tampoco dudó en dejar en claro que solo ella era la Reina propietaria de la corona y que a Fernando se le proclamaba no como Rey de Castilla, sino como marido de la Reina.
Pocos conocen sus disputas con los nobles partidarios de “Juana La Beltraneja” hija de su hermano Enrique IV; o el pensamiento de Fernando de Aragón sobre la Inquisición española.
Algo similar ocurre con las palabras y deseos de Ana Bolena, esposa de Enrique VIII, mientras estaba presa en la torre de Londres, previo a ser decapitada.
Ana, fue imputada con cargos degradantes, con el único objeto de enjuiciarla y condenarla a muerte, acusándosela incluso de practicar el incesto con su propio hermano.
Poco se sabe, sobre la última carta que María Antonieta, le escribió a su cuñada Madame Élisabeth, en La Conciergerie, poco antes de morir y del destino de esa carta.
María Antonieta, sufrió la muerte de su marido Luís XVI y la separación su hijo y tras cartón fue juzgada por un tribunal revolucionario de París que no solo la condenó antes de escucharla, sino que la denigró en cuanto pudo durante el proceso.
Algo parecido ocurrió durante el simulacro de juicio que sufrió el rey Luís XVI, cuyo destino fue sellado, luego de la fracasada fuga a Varennes.
El rey era consciente de ello y por eso les dijo a sus abogados:
“Vuestro sacrificio es tanto más peligroso, cuanto exponéis vuestra vida y no salvaréis la mía…Estoy cierto de ello, me condenaran a muerte, pero no importa, ocupémonos en nuestro proceso, como si yo debiese ganarlo, y efectivamente lo ganaré, porque dejaré una memoria sin mancha”
A Napoleón Bonaparte, generalmente, se lo asocia generalmente con las grandes conquistas que obtuvo por toda Europa. Pero, pocos lo relacionan con las conquistas de los corazones de sus propios soldados.
Fue traiciónado por Ministros, Funcionarios, Mariscales, Generales y hasta por su propio cuñado, pero jamás por sus soldados, quienes al regreso de su primer destierro, en vez de enfrentarlo, se plegaron a él animosamente.
De ahí el irónico cartel que se colocará en la plaza Vendome: “De Napoleón a Luís XVIII. Querido hermano, no hace falta que mandes más tropas, ¡Ya tengo suficientes!”
Muy pocos saben acerca de la traición que sufrió Napoleón a manos de los ingleses, que derivó en su definitivo destierro en la isla de Santa Elena, un lugar perdido en el Atlántico Sur a 8.000 kilómetros de su amada Francia.
Muchos libros se han escrito sobre Adolf Hitler, pero poca importancia se le ha brindado a un hecho trascendente, como el putsch de Múnich de 1923, ocurrido en la Alemania de los años veinte, donde la violencia, la inestabilidad política, la desocupación y la inflación causaban estragos.
A raíz de ese intento de golpe fallido, Hitler se vería sometido a juicio por alta traición.
Sin embargo, tal como lo reconocería la prensa de la época, Hitler dirigió todo el juicio como si fuera una obra de teatro.
Se oyó decir a uno de los jueces en voz poco audible, pero si registrada por algunos corresponsales extranjeros: “Es un tipo tremendo este Hitler”.
Era la mejor tribuna que Hitler hubiera podido desear en años y que pronto lo catapultaría hacia el poder.
Lo cierto es que el nazismo, no surgió de la nada, sino de un sentimiento nacionalsocialista que se remontaba a la primera guerra mundial.
El poder de atracción del nazismo se basaba en su ideología antielitista, en la pluralidad de sus componentes, en sus manifestaciones populares y en un antisemitismo que parecía no desagradar a muchos de los alemanes de esa época.
Entendido de esta manera, podemos concluir que quienes fueron a las urnas para votar a Adolf Hitler, lo hicieron más por una cuestión ideológica, que por un tema económico.
Alcanzado el poder, sobrevendrá la misteriosa noche de los cuchillos largos donde serán fusilados casi todos los miembros de la cúpula de las tropas de asalto de Hitler: las SA.
No hay duda que las SA molestaban mucho al ejército y al propio presidente Hinderburg, pero la verdad sobre “la segunda revolución” pretendida por Röhm y su conspiración quedará como un misterio sin resolver.
Luego vendría la anexión de Austria sin disparar un solo tiro y la cuestión de las minorías alemanas en Checoslovaquia, próximas a la frontera alemana, que finalizarían con el pacto de Múnich.
Las potencias terminaron presionando a Checoslovaquia, para que aceptara las pretensiones de Hitler, creyendo que con ello evitarían definitivamente la segunda guerra mundial.
Así es como, este libro, pretende indagar algunos hechos históricos, a través de las palabras de sus protagonistas.
Pero para poder emitir un juicio medianamente certero sobre lo acontecido, debemos tener en cuenta el momento en que sucedieron los hechos, y los pensamientos de esa época.
Analicemos entonces, los hechos históricos contenidos en esta obra, a la luz de las propias palabras de quienes lo protagonizaron y obtengamos nuestras propias conclusiones.[/tab]
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