[tab]Los felinos de todas las especies se encontraban reunidos en las profundidades de la selva debido a que el Rey León Democrats los había convocado para celebrar los veinte años de su reinado.

El León, sabía que en poco tiempo debería designar a alguien que lo sucediera y quería saber cuales eran los pensamientos de los posibles candidatos a ocupar su lugar.

Con la excusa de amenizar la reunión, había organizado un inteligente juego al que había llamado “Juego de las Reflexiones”.

El representante de cada especie felina que deseara participar, narraría una anécdota, una historia y, finalmente, los demás felinos ensayarían diferentes reflexiones. De esta manera, el rey de los felinos, conocería más a fondo los pensamientos de los futuros postulantes, sin que estos se dieran cuenta.

La idea era muy buena, porque aunque muchos no lo sepan, los felinos son animales muy reflexivos y no dejan nada librado al azahar. Todos estaban muy entusiasmados con el juego propuesto por Democrats.

Un solo personaje e invitado especial sabía las verdaderas intenciones del León. Se trataba de “Gotar” el milenario jefe de los Gnomos que era muy respetado por su sabiduría y sus poderes mágicos.

Gotar había educado a Democrats desde que era un cachorro y lo había alimentado con los valores de la dignidad, el respeto y la voluntad. Los demás felinos lo sabían y por eso respetaban tanto al jefe de los Gnomos.

Esta vez, el Rey León le había pedido a Gotar que ayudara a los felinos a pensar, porque sabía que sus intervenciones serían como perlas que brillarían en la oscuridad. Así fue como, le pidió que cerrara la jornada con sus palabras de gran sabiduría.

Era una gran fiesta y estaban todos. Arrugas líder de los tigres, Guepar jefe de los Guepardos, Pumar, Leopar, la tigresa Solei, Sinuoi el Caracal, Yaguarondis, Pumas, Leopardos, Ocelotes, Gatos Viverrinos, Gatos monteses, Linces, Panteras, Yaguaretés, Caracales y toda clase de felinos se habían dado cita para este multitudinario encuentro.

Los felinos querían mucho a Democrats porque éste siempre los había conducido con humildad y honradez. Nunca había dejado de escuchar sus reclamos y además había impartido justicia con equidad, cuando las circunstancias lo habían requerido.

Lo cierto, era que estaba por iniciarse el juego de las reflexiones, anunciado por Democrats, así que los felinos se acomodaron en los árboles y en los pastizales dispuestos a escuchar al primer orador.[/tab]